Me pide Blanca Berasátegui, que escriba en este blog sobre la Nit del Galerisme, celebrada en el MACBA el pasado martes con asistencia de unas 300 personas. Está muy feo presumir, así que me resisto, pero ella –que recogió el año pasado en nombre de EL CULTURAL el premio GAC al mejor medio de comunicación- lo cree oportuno y quiere que traslade a nuestros lectores el pulso de la escena artística catalana. Y el pulso es digno de la peor de las taquicardias.
Vaya por delante mi reconocimiento a las asociaciones de galeristas que organizan el evento y al jurado, integrado por la comisaria Mariana Cánepa (Latitudes); el fundador de la feria Swab, Joaquín Díez-Gascón; el director de la galería Senda y codirector de Loop Barcelona, Carlos Duran; la coleccionista Roser Figueras (Cal Cego); la presidenta de la Fundació Joan Miró, Rosa Mª Malet, el galerista Francesc Mestre, la conservadora de la colección del MACBA, Antònia Maria Perelló, el galerista Antoni Pinyol, el director de la galería ADN, Miguel Ángel Sánchez, y el director del Museu Nacional d’Art de Catalunya, Pepe Serra. Todo un honor contar con su respaldo y compartir estas distinciones con Richard Hamilton (homenaje a su trayectoria), Soledad Lorenzo (premio a una galería por su trayectoria), Meesen De Clerq (a una galería por su proyección internacional), Antoni Vila Casas y Han Nefkens (al coleccionismo, ex aequo), Vicente Todolí (al comisario), Daniel Jacoby (a la mejor exposición en galería) y Art Nexus (al medio de comunicación). Todo fue perfecto. Tan sólo oí algunas voces que cuestionaban el ex aequo en la categoría de coleccionismo, pudiendo darse este año a uno y el que viene a otro y tratándose de colecciones tan diferentes en muchos aspectos.
Nefkens, por cierto, recibirá pronto el premio A al Coleccionismo que otorga la Asociación Amigos de ARCO, así que hace doblete, al igual que Soledad Lorenzo, que acaba de ser galardonada por la Fundación Arte y Mecenazgo. Las galerías están haciendo un trabajo muy meritorio que debemos valorar: están en su gran mayoría aguantando el temporal de la crisis, muchas de ellas soportando pérdidas importantes, de manera que dan la posibilidad a un buen número de artistas de ganarse –casi todos mal- la vida y nos brindan a nosotros, el público, una oferta artística que cada vez adquiere mayor peso proporcional en relación a la oferta institucional de museos y centros de arte, ralentizados a causa de los recortes presupuestarios. Me parece muy inoportuno que alguno –me refiero a Rafa Sierra– se apresure a certificar la muerte del galerismo, y más cuando pone como ejemplo de ineficacia a Soledad Lorenzo en el año en que ella ha anunciado su retirada arropada por el reconocimiento de todo el sector, empezando por sus artistas, y cuando se opone como alternativa la tienda que María Porto ha montado en El Corte Inglés.
Algunos galeristas pusieron mala cara a las intervenciones de los representantes políticos invitados, Jaime Ciurana, por el Ayuntamiento y Ferran Mascarell por la Generalitat, y no les aplaudieron. No es para menos. Ya he comentado aquí la complicadísima encrucijada en la que se encuentra el tejido institucional para el arte en Cataluña y en particular en Barcelona. Se ha confiado básicamente a dos personas, Llucià Homs y Bartomeu Marí, que hagan el diseño de ese tejido, y nunca mejor dicho, porque se rumorea que el nuevo señuelo con el que se pretende marear la perdiz es la antigua fábrica de hilaturas Fabra i Coats, que se convertiría en sede del Centro de Arte Contemporáneo de Barcelona, en lugar del Canòdrom. Más dinero en reformas. A la espera de que el día 7 de febrero Marí explique su plan para Barcelona ante los miembros de la comisión delegada para este asunto, formada por Ayuntamiento, Generalitat y Fundación MACBA –Moritz Küng, director del Canòdrom, no podrá estar presente– la Generalitat convocó el día después de la Nit del Galerisme a numerosos agentes de las artes visuales en Cataluña: artistas, galeristas, críticos, directores de museos y centros de arte… para intentar implicarles en la elaboración de un Plan Estratégico a largo plazo, con fin en 2021. La gran mayoría de ellos, según me cuenta Alex Nogueras (galería NoguerasBlanchard) estuvieron a punto de levantarse e irse. Era la segunda reunión sobre este tema –de la primera, la Generalitat hizo un acta que no recogía las demandas que se expresaron en ella- pero la enésima que asociaciones y particulares mantienen con las autoridades culturales. Y están sumamente cansados. De que se les pidan datos e informes que no se tienen en cuenta, de que se les hagan promesas que se olvidan a los dos días, de que no se entienda cuáles son los proyectos que pueden ofrecer un futuro al sector y de que se inviertan los escasos fondos públicos disponibles en quimeras irrealizables.
La Nit del Galerisme ha tenido una gran repercusión mediática pero un anuncio relacionado con ella le ha robado parte del protagonismo. Procede del gran ausente de la noche y tiene que ver con una de esas quimeras. Vicente Todolí no asistió a la entrega de su premio porque estaba trabajando en Berlín. Supongo que le fue imposible desplazarse pero hubiera sido estupendo que asistiera no sólo a agradecer este reconocimiento sino también a apoyar a Rod, el hijo del recientemente fallecido Richard Hamilton, del que Todolí prepara una exposición para el Museo Reina Sofía. Sucedió también “el día después”: se publicó en La Vanguardia que Todolí podría presentar a finales de mes un proyecto de nueva feria en Barcelona que le habría encargado la institución ferial. Sería una feria de artistas, no de galeristas, y de grandes obras o instalaciones. Tipo Art Unlimited pero todo en manos de comisarios. Soledad Lorenzo me comentaba en el avión de vuelta a Madrid que los galeristas no podían apoyar tal diseño, que les obliga a costear la feria-bienal pero les priva del poder de decisión. Y más en un contexto de mercado muy poco adecuado, con las adquisiciones para las colecciones públicas –que son las que mejor pueden absorber este tipo de obra- prácticamente paralizadas. Alex Nogueras advierte de que los galeristas catalanes no tienen una opinión unánime sobre la necesidad de una nueva feria pero la asociación que preside, GIC, se mostró hace ya tiempo en contra. Ven en este proyecto una motivación más política que artística: interesa, cree, sobre todo el factor turístico. La feria sería una actividad de ocio que podría tener un buen retorno económico en la venta de entradas y hasta en la ocupación hotelera, pero duda de que fuera un buen negocio para las galerías, parte de las cuales apuestan por ferias de dimensiones más acordes con la realidad de la ciudad y la capacidad adquisitiva del coleccionismo catalán.
No pretendo, ni mucho menos, reflejar aquí todas las opiniones. Sólo añado unas reflexiones del crítico de arte y comisario Marti Manen, que acaba de publicar un incisivo artículo sobre las colecciones MACBA/”la Caixa”, y que no ve con malos ojos este modelo de feria. Pero le pone muchos reparos al proyecto. En Barcelona, coincide con Nogueras, no hay suficientes coleccionistas y no está seguro de que las galerías internacionales interesantes quieran invertir en un evento en el que puede ser difícil generar beneficios. Sólo si la Fira, con ayudas públicas, pudiera invitar a los grandes coleccionistas internacionales podría haber alguna posibilidad. Pero “si juegas a lo grande, en Qatar apostarán siempre más fuerte”. La falta de análisis previos puede ser catastrófica. Habría que valorar primero, dice, lo que se puede hacer con el entramado actual: las ferias con posibilidades, Loop (de vídeo) y Swab (emergente). “No tiene sentido que no ocurran al mismo tiempo; si fuese así todos ganarían y Barcelona podría presionar al Gobierno central para recibir un apoyo parecido al que recibe la ciudad de Madrid con sus ferias de arte. Y sería más atractivo para los coleccionistas internacionales poder asistir a dos ferias que se compenetraran de una manera lógica”. Parece razonable. Y sigue: “Pero es importante no olvidar en ningún momento el plano global. Para saber si tiene sentido la propuesta de Todolí toca ver primero qué papel va a jugar la feria de Hong Kong, qué pasa con el Armory Show después de la llegada de Frieze a Nueva York, qué planes hay en Qatar y ver el papel que están tomando las casas de subastas frente a las galerías. Si todo esto se desconoce el posible valor internacional de la propuesta difícilmente sería el deseado”.
Aquí lo dejo. Les contaremos más después del día 7.