Izagirre y Elorza, ante el retrato del Rey retirado del Ayuntamiento de San Sebastián

A principios de abril publiqué aquí un artículo sobre las galerías de retratos que mantienen diversos organismos públicos e instituciones, y le ponía final anunciando una segunda parte dedicada a los retratos de la familia real. He estado recopilando la información gráfica necesaria y creo que podremos comprobar que aunque no existen grandes diferencias entre las preferencias artísticas de los políticos y de los reyes, se dan circunstancias particulares en la representación de estos últimos que hay que tener en cuenta. La polémica desatada por la retirada de un retrato del Rey –por cierto, nadie mencionó quién era su autor y no lo he podido averiguar- del Ayuntamiento de San Sebastián, en julio del año pasado, nos hizo saber que los ayuntamientos tienen la obligación de colocar el retrato del monarca en un lugar preeminente de su salón de sesiones, lo mismo que la bandera española. Lo dice el artículo 85 del Reglamento de Organización y Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales. El alcalde donostiarra, de Bildu, alegó dudas jurídicas sobre esa obligatoriedad y, que yo sepa, el retrato no se ha repuesto. Pero, con excepción de algunos municipios vascos o catalanes, o aquellos con regidores poco escrupulosos en el cumplimiento de las normas, deberíamos tener más de 8.000 retratos del rey en los correspondientes ayuntamientos españoles. Por supuesto, la mayoría son fotografías. La Casa del Rey ofrece, a través de Patrimonio Nacional, unas estupendas, impresas a diez tintas y en dos tamaños, a un muy módico precio. El autor es Dany Virgili, que, si cobra -como supongo- derechos de autor, debe sacar un sueldo con este servicio necesario.

Retratos fotográficos de Virgili

La imagen del Rey tiene hoy, como tuvo en siglos pasados, ante todo un significado político: comunica el papel de la monarquía en el gobierno del país. Antes que una persona, el Rey es un emblema visual, como la bandera. Es algo que se insinúa ya en la definición que la Constitución Española hace de su figura: “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales. Una de las funciones más importantes del Rey es ser imagen del país, y así lo podemos constatar en las monedas o en los sellos que manejamos cotidianamente. Por eso provoca alarma cualquier error que afecte a su propia imagen personal.

El Rey Juan Carlos junto al retrato de Isabel la Católica por Juan de Flandes

Pero la imagen del Rey, también como en el pasado, se materializa a través del trabajo de los artistas. De la representación, sea pictórica o fotográfica. Hace poco, la exposición sobre el Toisón de Oro –atributo de la monarquía hispánica- que organizó la Fundación Carlos de Amberes nos recordó, si es que hacía falta, la descomunal talla artística del retrato dinástico español… que comenzó a achicarse con Fernando VII y cayó en picado en el siglo XX. Nuestros reyes no tienen lo que se dice mucho ojo a la hora de elegir a los artistas que les han representado. Su artista favorito fue siempre Ricardo Macarrón, que retrató a todos los miembros de la familia, incluidos los nietos hasta Juan Valentín. Y varios de los retratistas a los que han recurrido en otras ocasiones pintan “a lo macarrónico”, como Vicente Maeso, Ricardo Sanz o Irene Iribarren. No podía faltar en el elenco Revello de Toro ni, por supuesto, Hernán Cortés, que ha producido efigies del Rey, la Reina, el Príncipe Felipe y la Princesa Letizia. El retrato de esta última fue regalo de boda de la Villa de Madrid. También posaron para otro de los retratistas más buscados: Daniel Quintero. Y se espera con gran expectación mediática la presentación del retrato de la familia que Antonio López que comenzó en 1993; el artista ya antes había realizado un retrato escultórico de los reyes, junto a sus primos Julio y Francisco López Hernández, que se instaló en el Patio Herreriano de Valladolid.

Y con los príncipes de Asturias, de los que cabría esperar otro criterio más actualizado, no hemos avanzado nada. Su primer retrato oficial fue confiado a Ricardo Sanz, que ya había pintado al Príncipe cuando era joven. Aún valorando la conocida afición musical de la Reina, lo cierto es que la familia real no se ha distinguido por el apoyo a la cultura. En su contribución a la proyección interior y, sobre todo, exterior de la imagen de España, han preferido siempre estar con los deportistas.

Residencia del Príncipe de Asturias. Sobre la chimenea, retrato de la Reina, de Alcaraz

Aquí les traigo todos los retratos que he podido localizar en estos días para que ustedes mismos juzguen. Tengan en cuenta algunos determinantes. Debemos diferenciar aquellos retratos que se hacen por encargo de los reyes o con su directa aprobación, posando para ellos, y aquellos otros que los ayuntamientos y diversas instituciones encargan por esa obligación legal que tienen –o por cercanía a la monarquía-, pues en la mayoría de las ocasiones se hacen “sin culpa” de los retratados. Yo he procurado ceñirme –con alguna excepción- a los retratos hechos con participación de los modelos y aporto incluso documentación gráfica que lo corrobora. También tenemos que considerar que debe ser bastante difícil para la monarquía actual dar con el “tono” estético adecuado en un entorno general, marcado por la Casa Real, tan conservador. Aunque es extraño que los príncipes de Asturias, muy al día en moda y lifestyle, sean tan poco modernos en sus gustos arquitectónicos, decorativos y artísticos. Hemos de sopesar, finalmente, que los retratos oficiales evitan por definición el riesgo de las innovaciones y, cuando quieren privilegiar los valores artísticos suelen provocar reacciones contrarias, como ha ocurrido con el último encargo conocido, el que se hizo a Manolo Valdés con destino al Ayuntamiento de Madrid.

 

RICARDO MACARRÓN

RICARDO SANZ

IRENE IRIBARREN

VICENTE MAESO

HERNÁN CORTÉS

ÁLVARO DELGADO

CARMEN LAFFÓN

REVELLO DE TORO

MANOLO VALDÉS

ANTONIO LÓPEZ

(con Julio y Francisco López Hernández)

JULIO LÓPEZ HERNÁNDEZ

 

DANIEL QUINTERO

NURIA RUIZ-VERNACCI

JUAN GOMILA

ANTONIO PAREJA TELLO

AMAYA CORBACHO

Ayuntamiento de Ávila (probablemente el Rey no posó para él)

SANTIAGO DE SANTIAGO

Busto regalado a los príncipes con motivo de su boda