Ignasi Aballí
Paper Moneda, 2008
Colección Cal Cego
Pintura | Papel moneda de 5, 10, 20, 50, 100, 200, 500 Euros y mezcla, triturado
50 x 50 cm. (x8)
Aballí
Los billetes son grabados calcográficos, representaciones. No tienen, claro está, pretensiones artísticas, pero contienen imágenes. El austríaco Robert Kalina, por ejemplo, dibujó las puertas y ventanas de los anversos, y los puentes de los reversos de los billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 euros. Ignasi Aballi, al realizar esta obra, ha llevado a cabo, por tanto, una operación iconoclasta que en algunos países constituiría un delito y que en cualquier lugar produce desasosiego. Aunque en realidad no ha ejecutado él mismo la destrucción, pues los billetes triturados fueron facilitados por el Banco de España. De la imagen no queda más que el color, “ensuciado” por la materia y el uso, y las cajas de hierro que contienen esos detritus se convierten en monocromos de estirpe sólo aparentemente minimalista.

Esta serie retoma un trabajo anterior con el mismo título, realizado en 1992, con la variante de que en los 16 años transcurridos se produjo la transición de la peseta al euro (que, por cierto, implicó la destrucción de una ingente cantidad de papel moneda). En este sentido, hay que subrayar que no de los rasgos más destacados en el trabajo de Aballí es la coherencia. Casi todos sus proyectos se relacionan internamente unos con otros, y quizá pueda deducirse una intención autorreferencial en el conjunto de su obra. Y esta pintura-escultura múltiple alude a varios temas plásticos y conceptuales muy idiosincrásicos del artista. El primero y más evidente es el cromático. La propia Colección Cal Cego incluye ejemplos de las cartas de colores que Aballí ha representado con un mensaje visual duplicado: el del propio color y el verbal de sus descripciones o variaciones. Es igualmente recurrente la práctica de oponer dificultades a la visión; en diversas obras ha interpuesto diferentes formas de “pantallas”, o ha hecho desaparecer las imágenes, provocando una crisis en el reconocimiento de la realidad o de las obras de arte. La conformación de la obra mediante acumulación de un mismo material sería otra de las estrategias que vuelven a darse aquí, en la línea de los paradigmáticos depósitos de polvo (“Pols”) o de restos de “Materia textil” (también en Cal Cego), que producen igualmente superficies visuales que son al mismo tiempo muy simples y muy complejas. El factor tiempo (el necesario para que se produzca o se recopile la materia prima de determinadas piezas), aunque menos acusado, no deja de estar presente en el período de circulación de los billetes, en la huella de su manejo, también triturada e incorporada a la obra. Finalmente, en un nivel más argumental que procesual, “Paper moneda” se relaciona con el grupo de obras tituladas “Llistat (diners)”, en las que cantidades y divisas se suceden como en un mantra de las sociedad del consumo, siguiendo otra forma de procedimiento acumulativo. Junto a estos listados, “Paper moneda” fue expuesta en la sede central del Banco de España, en Madrid (2009), para celebrar el décimo aniversario de la introducción del euro en España.

(Publicado en el catálogo online de la Colección Cal Cego)