El 11 de mayo se celebrará en Nueva York la Post-War & Contemporary Evening Sale de Christie’s, una de las subastas que mayor expectación provocan en todo el mundo: por la importancia y el precio de las piezas que se ofrecen, por su valor como indicador de la salud del mercado del arte y por la cantidad de ricos y famosos que congrega. Desde hace unas semanas, una de las obras incluidas en el catálogo se expone en uno de los enclaves más visitados de la ciudad, la plaza frente al Seagram Building, en Park Avenue: es Untitled Lamp/Bear,un gigantesco osito amarillo con una lámpara de mesa incrustada en la espalda, producido por el artista suizo Urs Fischer.

Nueva York ha concedido los permisos necesarios para que se utilice el espacio público para poner a la venta una obra que, según ha sugerido Brett Gorvy, experto de la casa de subastas cuyo propietario es el millonario francés de la industria del lujo François Pinault, sería muy apropiado que adquiriese una ciudad como icono turístico, poniendo como ejemplo de tal función el Puppy de Jeff Koons en Bilbao. ¿Qué clase de ideales persigue una ciudad que elige un juguete como imagen monumental?

The Wall Street Journal ha revelado que el osito, que podría venderse en torno a los 10 millones de dólares, forma parte de una edición de tres; el célebre coleccionista Adam Lindemann tiene uno en su casa de Long Island, situado en un cabo donde funciona como faro, mientras que el tercero pertenecería a Steven Cohen, especulador bursátil, como Lindemann, y accionista de otra casa de subastas, Sotheby’s. Los tejemanejes de estos inversores en arte quedan ejemplificados en la operación que Pinault se dispone a cerrar: fue él quien compró en primer lugar el osito que ahora se subastará, vendiéndolo a otro inversor, Aby Rosen, que al ponerlo a la venta a través de Christie’s hará que el empresario francés gane una jugosa comisión que se sumaría al beneficio ya obtenido en la primera venta. Y la ciudad de Nueva York como show-room.

Demos ahora un vertiginoso salto hasta Madrid, donde nuestras calles no sé si se alquilan para la venta de esculturas pero sí que se conceden, sin criterio ninguno, a quienes las solicitan para sus negocios o actividades promocionales/artísticas. El Paseo de Recoletos y el Paseo del Prado han visto desfilar adefesios varios. Es bien conocido el negocio de Francisco Álvarez Cascos y María Porto, que vendían a los ayuntamientos del Partido Popular exposiciones de esculturas en la calle de calidad dudosa. Han creado escuela, y otros emprendedores, o incluso gestores culturales con buenas intenciones pero mal informados, se valen de contactos políticos y sociales para colocar sus paradas escultóricas.

Ahora mismo tenemos dos buenos ejemplos de lo que no debería ser el arte en espacios públicos. En el gran parque madrileño se han dispuesto las 16 “Torres de la Alhambra” de Cristóbal Gabarrón, que ha conseguido no se sabe cómo, con un talento artístico muy escueto, convertirse no sólo en artista oficioso de Castilla y León y del partido que gobierna esa comunidad -lo mismo daría que fuera otro- sino también en supuesta figura de referencia en el mundo de la cultura, a través los premios que llevan su nombre. Es precisamente uno de los agraciados con estos premios, Sami Naïr, filósofo y sociólogo francés, quien avala este proyecto capaz de amargarnos el paseo primaveral por el parque. Pero el comisariado es de Margarida Prieto, una señora bien portuguesa, casada con el empresario Manuel Damásio -conocido por haber sido presidente de un club de fútbol-, que sale en las revistas del corazón.

Ese mismo mundo de famoseo -pero del adinerado, no del cutre- se dio cita en la inauguración de las esculturas de Sofía Vari, cuyo único mérito es ser la esposa de Fernando Botero, en La Castellana. Asistieron gentes de la moda, del toreo y del glamour, que fueron invitadas a una cena a la que asistió, según la revista Mujer Hoy, que cubrió adecuadamente el evento, nada menos que Harald Szeemann (descanse en paz). La culpable es Marisa Oropesa, antigua directora de la galería Levy y mujer del pintor realista Cristóbal Toral. ¿Quién paga este despropósito?

Hace algo más de dos años, el Ayuntamiento de Madrid aprobó un “Plan de calidad del paisaje urbano” que en su anexo 5, “Arte público”, excluye equivocadamente al arte actual en el casco histórico de la ciudad, considerando que “se encuentra enormemente ocupado por elementos excesivamente agresivos como el mobiliario urbano, el tráfico y por la publicidad”. Acepta, no obstante, las ocupaciones temporales, como éstas, precisando que “deberán ser muy contrastados para evitar que el espacio urbano que la ciudad se convierta en ciudad-museo o en el escaparate publicitario de cualquier artista o galería, que de esa manera dejaría de ser público para convertirse en privado”. Y se exige “para evitar que este tipo de propuestas artísticas prolifere sin criterio y garantizar su calidad”, entre otras cosas, que:

Se juzgará la cualidad del contenido del proyecto en función de su calidad estética e importancia del artista o colectivo, cuya trayectoria deberá ser lo suficientemente consolidada tanto a nivel nacional como internacional (…)
Se debe garantizar su promoción por entidad sin ánimo de lucro, alejada del mercado el arte para no convertir el suelo público en espacio mercantil de revalorización de un artista o de una operación comercial.
En todo caso, será siempre deseable la convocatoria abierta y pública para las manifestaciones de este tipo, a ser posible con concurrencia de distintos profesionales, que abarquen el mayor número de disciplinas que atañen al paisaje urbano.

Esas condiciones no se están cumpliendo. Uno de los grandes problemas es que las decisiones sobre las actividades artísticas no las toma el Ayuntamiento sino las Juntas Municipales, a capricho de los concejales al mando. El Ayuntamiento cuenta con una Comisión de Calidad Urbana mal planteada y que no funciona. Necesita un asesoramiento cualificado, con especialistas en artes visuales actuales, y ejercer un control sobre lo que programan las Juntas.

Más información:
Artículo en The Wall Street Journal sobre la escultura de Urs Fischer:
http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703806304576232830554002602.html?mod=googlenews_wsj

Catálogo de la subasta del 11 de mayo en Nueva York:
http://christies.scene7.com/s7/brochure/flash_brochure.jsp?company=Christies&sku=2440_SaleCat-New&config=Christies/eCat_230x297_TOC&locale=en&wb=000000

Reportaje sobre Las Torres de la Alhambra en la Televisión de Castilla y León:
http://vimeo.com/19998519

Plan de Calidad del Paisaje Urbano de la Ciudad de Madrid:
http://www.madrid.es/UnidadWeb/Contenidos/Publicaciones/TemaUrbanismo/PlanPaisaje/Ficheros/PlanosdeDiagnosticodelPaisaje/PlanCalidadPaisajeUrbanoCiudadMadridENERO2010reduc2.pdf