Hace ya un mes que se inauguró la Bienal de Venecia, pero queda todo el verano por delante para visitarla, o para interesarse desde casa por las propuestas que artistas y comisarios han hecho en la más importante cita artística internacional. Como hice en la anterior edición, les propongo un itinerario ilustrado con vídeos que puede servirles de guía en una u otra forma de adentrarse en sus contenidos, que, en verdad, solo pueden disfrutar plenamente los venecianos: son por lo menos cien exposiciones, repartidas por toda la ciudad. Cada uno tiene sus intereses y sus gustos, y es posible que esta selección no les satisfaga pero, si no tienen tiempo de explorar por si mismos el marasmo de informaciones y si más o menos les suelen convencer mis recomendaciones, les ahorraré muchas idas y venidas. Aparte de los que incluyo en este post, he creado dos listas de vídeo que pueden ver si quieren hacerse idea de otras exposiciones, en Vimeo y en Youtube.

Lo más útil que puedo ofrecerles es un mapa online que he elaborado para orientarme en la ciudad. Aunque parezca imposible, no existe un mapa digital oficial. Hay un mapa en papel que entrega con la entrada la propia Biennale y, mucho mejor, la guía Artupdate del British Council, que se distribuye en los pabellones británicos. Pero si tienen un smart phone o una tablet encontrarán así más fácilmente las sedes. Maneras de aprovechar el mapa:

1. Si tienen tarifa plana internacional, vean directamente el mapa en Google Maps. Pueden hacer un mapa propio si descargan el KML (archivo que contiene todos los marcadores y la información asociada a cada uno de ellos) y lo importan a Mis sitios (Crear mapa – Importar).


Ver Bienal de Venecia 2013 en un mapa más grande

2. Si no tienen tarifa plana y no quieren hacer consumo de datos, usen una app que les permita ver su situación en el mapa mediante GPS, del tipo MapsWithMe, con la que también pueden importar el KML.

Hay muchas exposiciones que merecen la pena y lamentablemente no se puede dedicar a todas ellas el tiempo que precisarían,  pero lo más importante es reservar el necesario para disfrutar la magna exposición de la Bienal: El palacio enciclopédico. Massimiliano Gioni ha conseguido entusiasmar a medio mundo –aunque haya voces críticas- con una celebración de la fuerza de la imaginación individual. No es una exposición sobre el estado del arte actual, ni siquiera sobre el mundo actual: es un amplio muestrario muy bien ordenado y muy bien explicado –lean siempre las largas cartelas, que no tienen desperdicio- de obras realizadas por artistas y por no artistas con una necesidad imperiosa de comunicar a través de ellas conocimientos, experiencias, obsesiones… Unas veces son mundos interiores lo que se revelan y otras son miradas sobre la realidad, no solo extremadamente subjetivas sino también extremadamente objetivas. Olvídense de las fórmulas artísticas; hay constantes y hasta tics entre estos creadores, pero la gran mayoría va a su aire. Paloma Polo, la única artista española seleccionada, hace muy buen papel. Es una pena que, seguramente por el hecho de haber sido incluida en último momento, no se le ha reservado el espacio necesario para mostrar de manera adecuada su excelente proyecto, reducido a un monitor mediano en una zona de paso.

Paloma Polo

GIARDINI

En los Giardini, puesto que está todo tan a mano, visiten todos los pabellones, pero con especial atención a:

España. Felicitaciones a Lara Almarcegui y Octavio Zaya. El pabellón español está no solo entre las mejores representaciones nacionales sino entre las mejores exposiciones oficiales y no oficiales de la Bienal. Habrán visto ya cientos de imágenes de la instalación en la planta principal, pero no se ha hablado mucho del excelente trabajo –casi más interesante como contenido- que se muestra en vídeo en un altillo sobre la entrada. Trata sobre la Sacca San Mattia, una isla abandonada junto a Murano, en la que los artesanos vidrieros y los constructores han acumulado vertidos que ponen en gran peligro la salud de la laguna. Consigan el pequeño libro que se ha editado para la ocasión sobre ello. Una pega: la mayoría de los países han montado páginas web (les voy dando los enlaces) para defender sus proyectos; España no. Sólo encontrarán esta hoja de prensa.

Lara Almarcegui

Polonia. Impresionante la instalación de Konrad Smolenski. Hay que esperar a las horas en punto para que se pongan en movimiento dos grandes campanas cuyo sonido es grabado, procesado, retardado y retransmitido a través de dos paredes enfrentadas de altavoces. La acumulación de sonido es tan brutal que el espectador es arrollado por él y se le mueven las vísceras dentro del cuerpo.

Francia. Anri Sala, albanés, presenta en el pabellón francés –que, como sabrán, ha intercambiado el edificio con Alemania para esta edición, un hermoso trabajo sobre la interpretación musical, inmersivo, en el que el espectador se transporta al movimiento de las manos de los pianistas que tocan a Ravel, agigantadas, y experimenta todos los matices personales de la recreación de una composición.

Anri Sala

Dinamarca. Aunque Jesper Just me ha parecido siempre demasiado retórico, es justo reconocer que ha hecho un buen ejercicio de apropiación del pabellón a través de sus proyecciones. Incluso ha modificado el exterior del edificio y, cuidado porque es difícil encontrar la entrada, en la parte de atrás.

Jesper Just

República Checa. Tal vez recuerden la instalación que tuvo el año pasado en ARCO, similar a la que muestra aquí, junto un multiforme archivo familiar y unas series fotográficas también con aspecto catalográfico: Petra Feriancová vela las apariencias en fotografías con película deteriorada, que apenas nos deja entrever. Aquí un vídeo con entrevistas a los artistas.

Hungría. Fired but unexploded, de Zsolt Asztalos. En este caso, lo mejor es explorar la web creada sobre el proyecto, en la que se despliegan -a través de textos, imágenes y noticias- la historia y las amenazas de las bombas que no han explotado, y no sólo en sentido militar.

Grecia. Stefanos Tsivopoulos se cuestiona el valor monetario de las cosas, centrándose en la obra de arte como valor de cambio, aunque el proyecto tenga una inmediata lectura en clave geoeconómica.

Stefanos Tsivopoulos

Son también buenos los pabellones de Brasil, Bélgica, Letonia y Holanda. Los descalabros más grandes, en mi opinión, los de Estados Unidos, Alemania –que no ha acertado invitando a cuatro artistas que tienen tan poco que ver-, Austria –no le encuentro el mínimo interés a la peliculita ñoña de dibujos animados de Mathias Poledna, Canadá –un espanto-, y Venezuela –no creo que la Bienal sea el lugar para el grafitti-.

Brasil. Inside/Outside: Hélio Fervenza, Odires Mlászho, Lygia Clark, Max Bill, Bruno Munari. Un bien resuelto diálogo entre tres artistas históricos en la modernidad brasileña y otros dos, actuales, que reinterpretan esa tradición. Muy buenas las esculturas con libros de Fervenza.

Pabellón de Brasil y artistas brasileños en la Bienal.

Bélgica: Berlinde De Bruyckere. Aún más teatral que de costumbre, e incluso pasada de rosca, pero poderosa la escultura gigantesca, sumida en la oscuridad.

Letonia: North by Northeast. Con Kaspars Podnieks y Kriss Salmanis. Curiosas, sobre todo, las fotografías y los vídeos de Podnieks, de campesinos “levitando”.

North by Northeast

Estados Unidos: Sarah Szee. Estética “tenderete” en su máxima expresión.

Sarah Szee

Portugal: Joana Vasconcelos. Discotequero y light. Pero si se encuentran el barco amarrado al lado de la parada de vaporetto de Giardini, entren a echar un ojo. Si no, yo no lo esperaría.

Joana Vasconcelos

 

ARSENALE

 

En el Arsenale, lo mismo que en Giardini: recorrido lento para la segunda sección de El palacio enciclopédico y ritmo cambiante según el interés del resto, pero se puede ver todo. Aquí me parece que las mejores exposiciones serían:

Turquía. Muy buena la videoinstalación en cinco canales de Ali Kazma, sobre la capacidad de resistencia del cuerpo.

Argentina: Nicola Costantino invoca a Evita Perón a través de proyecciones espectrales y de instalaciones escultóricas, relacionadas con momentos cruciales en su vida personal y política. La propuesta artística es cuestionable pero ha cobrado notoriedad por la polémica suscitada: en la última sala, artista y comisario se negaron a secundar la propaganda del actual gobierno, que incluyó a última hora un vídeo en el que se comparaba a Cristina Kirchner con Evita.

Chile: Alfredo Jaar. La gran maqueta sumergible del área de Giardini se queda un poco corta al transmitir las intenciones del artista pero será seguramente una de las imágenes que queden en la retina de esta Bienal.

Alfredo Jaar

Líbano. Akram Zaatari. Letter to a Refusing Pilot. Historia de esperanza, de confianza en la dignidad humana, aun en el más cruel contexto bélico, con un esquema narrativo multiforme y abierto.

Akram Zaatari

La zona norte del Arsenale no es muy atractiva este año. Como excepción, la exposición de Shirazeh Housiary, organizada por la Lisson Gallery con la colaboración del  Solomon R. Guggenheim Museum, en la Torre Porta Nova. Este es un asunto a observar: galerías comerciales que se suman a los programas oficiales.

Shirazeh Housiary

 

LOS PREMIOS

 

Los premiados por el jurado de a Bienal.

Al mejor artista, Tino Seghal. Muy bien su obra coreográfica-musical en el seno del Il Palazzo Enciclopedico, que se integra muy bien en el discurso de Gioni. Sin embargo, mucho más modesta que, por ejemplo, su obra en la última Documenta.

Tino Seghal

Mejores pabellones:

Angola. Un poco exagerado. Las fotografías de Edson Chagas están bien, y el formato expositivo es poco frecuente en la Bienal, aunque no novedoso (de Gonzalez-Torres en adelante).

Angola

Lituania y Chipre: Oo. Esta representación nacional compartida sí que es original, por ocupar un espacio gigantesco y nada “bienalesco”: el palacio de los deportes. Se han distribuido bien las obras, sobre todo las de las escaleras, pero los miembros del jurado sobrevaloraron las posibilidades de interacción de todo el tinglado. La visité la semana siguiente a la inauguración y, tras superar muchas dificultades para saber por dónde había que ir para ver las obras –es parte de la experiencia de la visita-, comprobé que allí no había ni un performer que diera vida a las instalaciones, que se había retirado casi todo lo que se ve en este vídeo en la pista y que se había restaurado el “orden” que manda que arte y cotidianidad no se mezclan: un joven estaba tirando unas canastas en una zona intermedia y vino el guarda a decirle que allí no se jugaba, que había una exposición.  

Oo

 Japón. No puedo opinar porque no tuve paciencia para averiguar qué era todo aquello. Para residentes.

 

CANNAREGIO-SAN MARCO-CASTELLO

Emergency Pavilion en el Teatro Fondamenta Nuove. Es una pena que el “ruido”, la cacofonía de voces, impida seguir mejor las locuciones. Es una buena selección de artistas, con obras sobre la utopía de un mundo mejorado a través del arte y en relación con la historia de la Bienal. Entre ellos, Santiago Sierra, con una buena obra de 2007, La trampa, en la que pone en evidencia a prohombres chilenos.

Palazzo Pesaro Papafava: Franco Vaccari y Vito Acconci. Un diálogo entre dos importantes figuras en las transformaciones artísticas de los 60 y 70, que apenas habían tenido contacto. No encontrarán aquí la mejor obra de Acconci pero sí podrán acercarse a la de Vaccari, mucho menos conocido.

Who is Alice? Es una colectiva organizada por el National Museum of Contemporary Art de Korea, con artistas de esta nacionalidad. Muy irregular pero con al menos un par de artistas por los que compensa entrar al espacio Light Box. Ambos trabajan sobre la ficcionalización: Myoung-Ho Lee, con sus fotografías de árboles, y Yeon-Doo Jung, que en Documentary Nostalgia, hilvana sin cortes seis escenas en las que modifica en directo los escenarios. Dura 85 minutos y querrán ver al menos dos o tres cambios. No he encontrado vídeo, pero tiene que ver con esto:

Yeon-Doo Jung

Palazzo Fortuny. Un buen conjunto de obras de Antoni Tàpies en las carismáticas salas del palacio de otro artista catalán, junto a piezas de su colección personal, de otros artistas.

Tàpies

Irlanda. Muy buen trabajo de Richard Moss, que ha grabado y fotografiado en infrarrojos la guerra del Congo. Violencia y alucinógena belleza natural.

Palazzo Grassi. Rudolf Stingel. Les guste más o menos el artista, y más o menos el estilo del coleccionista, François Pinault, no se puede dejar pasar la ocasión de recorrer una instalación tan all-over como esta. No tiene mucho aliciente, sin embargo, la exposición en Punta della Dogana, Prima Materia.

Excelente también intervención sobre la arquitectura del Palazzo Falier que ha hecho Pedro Cabrita Reis en A Remote Whisper, atravesándolo con neones y estructuras metálicas.

En la Galleria Caterina Tognon, vuelve Francisco Tropa tras representar a Portugal en la anterior edición de la Bienal, con un conjunto de obras realizadas en cristal de Murano para la galería.

También regresa Antoni Muntadas, que desvela en la Galería Michela Rizzo los rituales venecianos.

Palazzo Ducale: Manet. Ritorno a Venezia. No es la más importante exposición que se haya organizado sobre Manet y está un poco engordada pero no se la pueden perder, aunque solo sea para ver colgadas juntas a la Olympia de Manet junto a la obra de Tiziano en la que se basa: la Venus de Urbino; o el retrato de Zola junto al retrato de un joven caballero de Lorenzo Lotto.

Manet

This is not a Taiwan Pavilion es uno de los eventos colaterales confusos, porque incluye una exposición dentro de la exposición, ideada por Katerina Sedá, que le titula This is not a Czech Pavilion… La cuestión es que en el Palazzo delle Prigioni encontraran el proyecto de, Chia-Wei Hsu, uno de los más bellos de la Bienal, sobre la difícil supervivencia en el exilio del dios rana Tie Jia.

 

Nueva Zelanda. Bill Culbert utiliza también los neones, que atraviesan no los espacios sino objetos cotidianos y muebles. Dudaba si incluirlo pero vi el estudio del artista en el vídeo y me acabó de gustar el proyecto.

Bill Culbert

México. Fascinante el experimento científico-musical de Ariel Guzik, que dice transmitir a través de su Cordiox las energías que se concentran en la iglesia de San Lorenzo.

Cataluña. El proyecto comisariado por Jordi Balló para el Institut Ramón Llull, con Francesc Torres y Mercedes Álvarez, 25%. Buenas intenciones.

25%

 

SAN POLO-DORSODURO

 

When Attitudes Become Form. Otra de las imprescindibles, con un acercamiento irrepetible a esta legendaria exposición de 1969. Insólito el montaje con el plano a tamaño real de la Kunsthalle de Berna dibujado sobre los suelos e impresionante el número de las obras originalmente en aquella muestra que se han podido conseguir pero… el día que fui no tenían folletos-guía y no había mas que un par de cartelas por planta. Un sufrimiento tal que una pareja que andaba por allí pidió hacer por escrito una queja. Asegúrense que hay, antes de entrar (son 10 euros).

Noise, otra de sonidos, e interferencias en general. Una sorpresa.

Noise

Costa Rica. Solo por ver la instalación de Priscilla Monge.

Costa Rica

Islandia: Katrín Sigurdardóttir. Una de las imprescindibles: ha incrustado, girándolo, en el edificio de la lavandería en el Palazzo Zenobio un suelo de baldosa hidráulica a imitación del que encontraríamos en una construcción palaciega. No he encontrado vídeo, miren la web.

Colección Peggy Guggenheim. Robert Motherwell: Early Collages es una adecuada introducción a la génesis de este gran maestro americano en los años 40 y 50.

 

GIUDECCA

 

Casa dei Tre Occi: Pavel Althamer y Anatoly Osmolovsky. Se nota qué paises están haciendo mayores inversiones en soft diplomacy: Venecia está llena de exposiciones de chinos y rusos, a través de iniciativas públicas y privadas. Esta exposición es una perfecta prolongación de Il Palazzo Enciclopedico pues en ella Pawel Althamer (que es polaco, aunque la fundación que organiza sea rusa), cuya enorme instalación escultórica en Arsenale es de lo peor que ha elegido Gioni, muestra aquí una estupenda serie de vídeos sobre sus experiencias con las drogas.

Ai Weiwei. De sus tres apariciones estelares en la Bienal sólo recomendaría la del Zuecca Project Space en la Giudecca, que es la más seria. De los cubículos con escenas de su cautiverio en la iglesia de Sant’Antonin casi me parece mejor el continente, y su inserción en el espacio eclesiástico, que el contenido.

Ai Weiwei

Tendrán que avanzar hasta el extremo opuesto de la Giudecca (se puede tomar el vaporetto) para ver la exposición The Joycean Society, de Dora García,  que vuelve a Venecia como ganadora del Premio Internacional de Arte Contemporáneo de la Fondation Prince Pierre, con una observación de un grupo de lectura del autor irlandés. Como complemento, la artista ha creado una lista en Youtube con documentos relacionados.

El Punch Space donde expone Dora García forma parte de un grupo de edificios industriales, antiguas cervecerías, que se está transformando en un importante foco de arte actual. Junto a él ha abierto su segunda sede la Galería Michela Rizzo, con exposiciones de David Rickard y David Tremlett, y un espacio llamado Ex birrifici Dreher, con una colectiva, The Inmigrants, organizada por el galerista Federico Luger; en ella participa también Santiago Sierra, con uno de los vídeos de cerdos, esta vez Cerdos devorando la península Itálica.