Publicado en Espacio, Tiempo y Forma, revista de la UNED, VII, t.4, 1991

El Museo de Arte Moderno, abuelo de nuestro Museo Nacional Centro
de Arte Reina Sofía, de interminable nomenclatura, fue creado por
Real Decreto el 7 de agosto de 1894, gestionado por el Ministerio de
Fomento —cuyo titular era Alejandro Groizard—, a través de su Negociado
de Bellas Artes, y con la reglamentaria aprobación de la reina regente,
María Cristina. En el decreto se establecía a grandes rasgos cuáles serían
las obras que iban a formar parte del museo, la plantilla —con sus
sueldos—, y los cauces de financiación; en las Disposiciones Transitorias
se nombraba la comisión que se encargaría de organizar la instalación
del mismo’. La retórica propia de este tipo de documentos no impide
que encontremos en él sabrosa información acerca del tipo de institución
que se preparaba y acerca de las motivaciones que llevaron a sus promotores
a emprender un proyecto que ya desde su mismo enunciado se
revelaba muy problemático. Tanto, que nacía sin presupuesto.


VER todo el artículo en PDF