
Cruel plebiscito
A los arqueólogos, historiadores y restauradores italianos no les gusta la lluvia. Cada frente que atraviesa el país deja tras de sí alguna bóveda dañada, algún pedazo de cornisa o de muro en el suelo, algún fresco empapado. Y no hay dinero para restaurar el inmenso patrimonio histórico-artístico del país. El mundo sigue con alarma las noticias sobre los derrumbes en Pompeya, que está pendiente de que la UNESCO le retire o no su condición de Patrimonio de la Humanidad, pues tenía hasta finales de 2013 para subsanar graves deficiencias de gestión y conservación. Agravadas por la corrupción. El Estado […]