El “decretazo”, o Real Decreto-Ley 8/2014, de “aprobación de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia”, publicado el sábado en el BOE incluye una modificación de la declaración en la Ley de Presupuestos Generales del Estado del aniversario “120 años de la primera exposición de Picasso” en A Coruña como acontecimiento de excepcional interés público. No había tenido noticia hasta ahora de estos preparativos que han hecho que se me salten las lágrimas, todavía no sé si de risa o de tristeza. El BOE reza:

La celebración de «120 años de la Primera Exposición de Picasso. A Coruña, febrero-mayo de 2015» fue declarado acontecimiento de excepcional interés público por la disposición adicional quincuagésima octava de la Ley 22/2013, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2014. La celebración conmemora la primera muestra que el joven pintor malagueño realizó en A Coruña, cuando su familia se trasladó a vivir a esta ciudad. La Comisión Interadministrativa gestora del acontecimiento ha informado que el programa de apoyo a este acontecimiento no ha podido ponerse en marcha por restricciones de marca impuestas por la entidad «Picasso Administration», titular de la marca Picasso, por lo que no es posible abordar la campaña de patrocinios y mecenazgo utilizando esta marca.
«Picasso Administration» sí ha autorizado de forma expresa el nombre y el logotipo de «A Coruña 2015-120 años después», que por tanto pueden ser utilizados por los patrocinadores del evento. El cambio de denominación del acontecimiento de excepcional interés público permitirá poner en marcha su programa de apoyo, haciendo posible allegar recursos financieros procedentes de patrocinios, de forma que se facilite la celebración, en aplicación del artículo 27 de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo.
Dado que el programa de la celebración empieza en septiembre de 2014, es urgente el cambio de denominación, a fin de poder poner en marcha el programa de apoyo a este acontecimiento de excepcional interés público.

La capital gallega se ha apuntado a la picassización que tan bien le ha funcionado a Málaga. Enseguida les transmitiré la información que he podido recopilar y veremos qué lío es este de Picasso Administration pero antes sepamos qué estamos conmemorando exactamente. Si han leído alguna biografía de Picasso, por escueta que sea, sabrán que pasó algunos años de su infancia en A Coruña, donde su padre, el pintor José Ruiz Blasco, logró un puesto de trabajo en la Escuela de Bellas Artes como profesor de dibujo. Vivieron allí entre 1891 y 1895. Picasso era un niño: llegó con nueve años y se fue con trece, y poco más hizo que estudiar en el colegio y en la escuela de arte, como alumno de su padre y de otros artistas académicos. Por entonces dibujaba pasablemente y pintaba regular. Hizo, además de ejercicios de academia, algunos retratos y paisajes. La ahora tan altamente valorada primera exposición consistió en lo siguiente: colocó durante unos días dos estudios de cabezas en una tienda de muebles de la Calle Real, relevadas al poco por una sola obra, Mendigo con gorra, en una almoneda vecina. La trascendencia del evento para su futura carrera fue nula. Lógicamente, esos años de pre-adolescencia sí tuvieron su peso en la forja de su personalidad, y más cuando allí vivió la tragedia de la muerte de su hermana Conchita. Ni más ni menos.

¿Qué se conmemora, entonces, que merezca la calificación de “acontecimiento de excepcional interés público”? Nada de sustancia. Se trata de consolidar la transformación de A Coruña en “ciudad Picasso” para incrementar su atractivo turístico. No es este el primer paso que se da en ese sentido. En junio de 2013 se abrió al público la Casa Picasso, el piso en el que vivió la familia; antes, en 2007, se había intentado sin éxito que el inmueble fuera declarado Bien de Interés Cultural. (Yo que el alcalde lo volvía a intentar: seguro que ahora sí se lo conceden). Su ambiente ha sido reconstruido –no quedaba, por supuesto, nada que les hubiese pertenecido- y se exhiben 27 reproducciones de cuadros que pintó allí Pablito y de algunos otros realizados por su padre. En el bajo hay una tienda, naturalmente. El Ayuntamiento, por otra parte, ha creado una ruta turística que recorre los lugares más relacionados con el día a día del mozo: aquellos donde jugaba y estudiaba, donde tomaba apuntes de los barcos o de los paseantes o donde se enterró a la hermanita. En octubre, para calentar motores de cara al aniversario –¿120?, ¿qué cifra es esa?-, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo organizó en el Museo de Belas Artes de la ciudad un ciclo de conferencias, “Picasso en A Coruña”, que fue inaugurado por el alcalde, Carlos Negreira.

¿Qué sabemos de la exposición que ha de tener lugar en este mismo museo entre febrero y mayo de 2015? La comisaria será Malén Gual, conservadora del Museu Picasso de Barcelona, que posee buena parte de la obra –casi todo apuntes dibujísticos- de estos años coruñeses, por lo que hemos de suponer que los préstamos vendrán fundamentalmente de allí. En una entrevista para La Opinión, Gual, que ve genialidad hasta en la caligrafía del artista en ciernes, ha manifestado que su objetivo será mostrar su evolución en el aprendizaje. “Pondremos en contexto cómo era A Coruña en aquel momento, qué profesores y artistas mayores que él había y cómo ello influye en su formación”. Supongo que a los estudiosos de esos años de formación les resultará interesantísimo. ¿Y a los visitantes?

Al margen del oportunismo y la sequía de ideas en materia de políticas culturales –tan habitual en nuestro país- que toda la operación muestra muy a las claras, hay algunas cuestiones relacionadas con el “gran evento” que hemos de considerar. Y todas tienen que ver con su financiación. Clama al cielo que el Gobierno haya concedido la codiciada calificación de acontecimiento de excepcional interés público (en adelante AEIP, que es muy largo) a esta peregrina conmemoración, comparándola con el centenario de la muerte de El Greco o con la capitalidad europea de San Sebastián en 2016. Pero un poquito menos si conocemos algunos de acontecimientos que a los ciudadanos, supuestamente, nos matan de interés. Apunten: los AEIP para el año fiscal 2014 son

  • Donostia/San Sebastián, Capital Europea de la Cultura 2016
  • Expo Milán 2015
  • Campeonato del Mundo de Escalada 2014, Gijón
  • Campeonato del Mundo de Patinaje Artístico Reus 2014
  • Madrid Horse Week
  • III Centenario de la Real Academia Española
  • IV Centenario de la segunda parte de El Quijote
  • World Challenge LFP/85º Aniversario de la Liga
  • Juegos del Mediterráneo de 2017
  • IV Centenario del fallecimiento del pintor Doménico Theotocópuli, El Greco
  • 60 Edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida
  • Año de la Biotecnología en España

Todos ellos obtienen los máximos beneficios fiscales que en este momento pueden aplicarse, según el artículo 27.3 de la Ley 49/2002: cinco puntos porcentuales más que una operación de mecenazgo normal en la Renta o el impuesto sobre Sociedades, 95% de bonificación en transmisiones patrimoniales, 95% de bonificación sobre el Impuesto de Actividades Económicas y todos los impuestos o tasas locales y deducción en la cuota íntegra del Impuesto sobre Sociedades del 15% de los gastos que se realicen en publicidad de proyección plurianual que sirvan para promover el acontecimiento. Pero, ¡ay!, los herederos de Picasso han dicho que las empresas anunciantes no tomarán el nombre –la marca, quiero decir- del abuelo en vano. Y no es que tengan reparos ante la insustancialidad de la celebración: es que la marca Picasso no puede contaminarse con otras sin que el producto tenga la suficiente categoría para formalizar el cobranding –tipo Citroën- y sin dejar en caja una decorosa cantidad. Es notoria la furia recaudatoria de Picasso Administration, que es la empresa que gestiona los derechos de la familia, pero el alcalde coruñés seguramente no esperaba tantos dolores de cabeza. Tras mucha negociación, se ha acordado –y es lo que recoge ahora el BOE- que la exposición podrá incluir la marca en su título y en la promoción institucional directa pero no podrá mencionarse en la publicidad de los patrocinadores –ya saben, eso de “Tal, empresa patrocinadora del III Centenario de Cual”-, que solo podrán hacer alusión al evento así: “A Coruña 2015-120 años después”. ¿Después de qué? Me recuerda a aquel chiste de Gila: “Alguien ha matado a alguien”. Va a ser aún más difícil conseguir las aportaciones privadas que se necesitan para la efeméride. Negreira lo sabe, y ha contratado a una empresa a través de la Fundación Emalcsa (Empresa Municipal de Aguas de La Coruña), que forma parte del consorcio organizador, a cambio de una comisión de 12%. Ganó el concurso, con un importe de licitación de 60.000 euros, Aegis Media Iberia (creo que es una agencia de publicidad). Se verá si consigue o no los 500.000 euros que se ha propuesto reunir el alcalde.