En febrero, el Gobierno Vasco forzó a la Diputación de Vizcaya a disminuir la aportación paritaria que ambas administraciones hacen a la Sociedad Tenedora que financia las adquisiciones para la colección del Museo Guggenheim Bilbao: cada una destinaría a este fin 1,4 millones de euros en 2011. En años anteriores el presupuesto total para compras había sido de 6 millones, en 2010 se bajó a 5,2 millones, que han quedado este año en 2,8. Sigue siendo mucho dinero; ya lo quisieran muchos museos y centros de arte españoles sin presupuesto para compras.
El Guggenheim hace públicas sus adquisiciones y especifica los precios pagados por cada una de ellas. Esto está muy bien, aunque tratándose del museo de las grandes cifras se pueda pensar que es una demostración de “poderío”. Conste que me parece mucho mejor invertir millones en acrecentar el patrimonio artístico de un país o una comunidad autónoma que gastarlo en tanques o cazas, que son igual de caros, o en coches oficiales blindados. Sin embargo, es al menos opinable que la línea de adquisiciones que sigue el museo vasco -contadas obras de precio muy elevado- sea la más adecuada. Pero además es que no sé si me salen las cuentas. En junio de 2010 la Sociedad Tenedora aprobó la adquisición de El gran árbol y el ojo, de Anish Kapoor, por 4 millones de euros y de los 16 cuadros de la serie La señora Lenin y el ruiseñor, de George Baselitz, por otros 4, que suman 8 (no 5,2). La primera de estas compras se retrasó hasta junio de 2011 por las dudas que suscitó la futura conservación de la pieza. La cosa es que este año se ha pagado el Kapoor -parece que con rebaja: 3,5 millones- y se tendrá que pagar casi otro millón por las dos obras que se acaban de adquirir, según se anunció hace un par de días: Sin título de Doris Salcedo (541.000 euros) y Hogar de Mona Hatoum (392.000 euros). ¿No había sólo 2,8 millones para adquisiciones? Seguro que los gestores del museo podrán explicar fácilmente el descuadre, hablando de amortizaciones o de ampliaciones del presupuesto.Pero la transparencia exigible a una sociedad pública como es la Tenedora nos debería aclarar, además, cómo se han comprado las piezas y quién ha decidido las compras.

El Guggenheim Bilbao carece de director artístico y no tiene una comisión para adquisiciones, habitual en los museos importantes. Lo único que sabemos es que se ha pagado en dólares y suponemos que la decisión, como es habitual, ha salido de la Solomon R. Guggenheim Foundation en Nueva York. ¿Qué intermediarios han intervenido? ¿Ha habido comisiones para galerías o marchantes? Otros museos siguen esta política errónea de no aclarar todos los aspectos relacionados con sus adquisiciones, con el argumento de que se cierran operaciones con condiciones ventajosas que los intervinientes prefieren guardar en secreto. Y por ahí pueden colarse muchos intereses particulares inadmisibles en cuentas públicas.

La última “gran compra” de artistas vascos que realizó el museo se produjo en 2009, cuando se hizo con un conjunto de doce obras por un precio total de 445.000 euros. A una media de 37.000. Esta cuenta sí la sé hacer, e incluso me lo pongo más fácil: a 40.000 euros por pieza, el Guggenheim podría haber comprado 100 obras de artistas vascos o españoles con lo que pagó por los Baselitz. Hagan la división con los 20 millones -¿no solían ser 6?- de la serie de Discurso de Cómodo de Cy Twombly. En febrero de 2010, cuando se presentó el catálogo de la colección, se estimó que se habían invertido unos 90 millones de euros en ella; serán ahora cerca de 100. Pero esta colección, aunque de piezas gigantes, es pequeña: poco más de 100 obras. No abogo por que no se compren piezas importantes de artistas internacionales pero sí por que se tenga en cuenta que la adquisición de obras de artistas españoles enriquecería una colección que no sólo es internacional sino también vasca, y contribuiría a la supervivencia de artistas y galeristas en unos tiempos realmente duros para los creadores y las empresas culturales.
Y surgen otras dudas. El 7 de noviembre se celebrará en la sala de subastas Phillips de Pury en Nueva York una subasta benéfica: artistas como Lee Bul, Cai Guo-Qiang, Maurizio Cattelan, George Condo, Hans-Peter Feldmann, Lee Ufan, Nate Lowman, Idris Khan, Subodh Gupta, Jenny Holzer, Bharti Kher, Adam McEwen, Richard Phillips, Rob Pruitt, Sterling Ruby, Richard Serra o Lawrence Weiner han donado obras a beneficio de la Solomon R. Guggenheim Foundation. También Doris Salcedo. ¿Está relacionada de alguna manera esta donación con la compra efectuada por la Sociedad Tenedora?