Los Encuentros Profesionales constituyen una plataforma perfecta para que quienes están día a día analizando el arte actual y trabajando muy directamente con él puedan intercambiar preguntas y posibles respuestas, tendiendo hilos de Ariadna en el laberinto creativo. Ruba Katrib, joven comisaria y conservadora del Sculpture Center de Nueva York, ha propuesto un punto de vista original para observar el arte en sus contextos, que puede dar lugar a muy interesantes reflexiones: la materia de la que está conformado. Es directora del Encuentro Profesional “Cultura Material y el Arte Contemporáneo”, en ARCOmadrid 2014.

Elena Vozmediano: ¿Qué sentido tiene abordar en este momento la cultura material cuando las imágenes -y el arte con ellas- se desmaterializa y virtualiza de forma creciente? ¿O no está ocurriendo así?
Ruba Katrib: Los aspectos materiales siempre están en juego en la obra de arte, incluso en la desmaterializada o virtual. No creo que sea posible soslayar esa realidad. De hecho, es importante tomar en consideración las implicaciones de la tecnología y de otros modos de presentación del arte contemporáneo especialmente porque parece que los materiales están menos presentes. No podemos obviar que la fabricación de los materiales -incluyendo los más intangibles- y de los productos comerciales tiene un impacto muy real en la gente y en los recursos naturales. Y el arte contemporáneo utiliza cada vez más productos de consumo, y con ellos modos de fabricación y de circulación que deberían ser reconocidos.

EV: Eres comisaria en el Sculpture Center. ¿Es la escultura -y la instalación- el ámbito en el que los materiales son más diversos o complejos? ¿Qué papel juegan en otros medios como la pintura o la fotografía? ¿Has descubierto que los materiales, o su uso, tampoco son universales en ellos?
RK: Definitivamente, la escultura se enfrenta de plano a estas cuestiones sobre la materialidad pero se plantean también en medios aparentemente más universales y sencillos, como la pintura y la fotografía. Hasta los materiales más comunes y banales se cargan de asociaciones específicas, que se hacen más y más visibles a medida que el arte se extiende a diferentes áreas geográficas. No todas las personas en todos los lugares tienen acceso a los mismos tipos o calidades de materiales. Las decisiones más simples pueden llegar a tener protagonismo, puesto que la cámara, el revelado y el enmarcado son parte integral de la comprensión de una obra.

EV: Dices que los materiales no son neutrales ni universales. No es posible en esta entrevista identificar todas las posibilidades pero ¿podrías intentar hacer una categorización general de las diferentes tendencias en el uso de los materiales, de acuerdo a la procedencia geográfica, el contexto económico y social, el género…?
RK: Las variantes surgen de determinados diálogos entre artistas, así como de las necesidades y de las posibilidades de cualquier comunidad, geográfica y/o social. Es difícil hacer estas caracterizaciones generales pero creo que es importante prestar atención a esos factores cuando se contempla el arte contemporáneo, o cuando se exhibe. Cualquiera puede percibir las diferencias en los acercamientos a los materiales que se dan en artistas procedentes de comunidades diversas pero me interesa menos definir cuáles son y más pensar sobre los términos en los que podemos interpretar y evaluar una serie de relaciones materiales.

EV: ¿Cómo valoras el impacto de las altas tecnologías en los materiales que utilizan los artistas? ¿Y cómo ves el futuro de esa interrelación entre arte y tecnología?
RK: Es tremendamente interesante reflexionar sobre la tecnología desde ese punto de vista. Hay quienes proponen que introduce una nivelación, un factor ecualizador entre los artistas y entre el público de todo el mundo, pero no estoy de acuerdo en que sea así. Los productos tecnológicos están imbuidos de problemáticas sobre el trabajo, la clase social y el género, por nombrar solo algunas de las dinámicas sociopolíticas en las que se insertan. Pienso que también tendríamos que tener en cuenta las facilidades o dificultades de acceso a la tecnología.

EV: La naturaleza fue la principal fuente de materiales para los artistas, ya se tratara de materias primas o procesadas. ¿Qué significados confiere al uso de materiales orgánicos/naturales/corporales en nuestros días?
RK: En el arte contemporáneo y en el uso contemporáneo de los materiales, todos ellos, desde los orgánicos a los sintéticos, están cargados de significación cultural y social. Creo que debemos entender esto para facilitar una recepción matizada de un rango más amplio de producciones artísticas contemporáneas.

EV: ¿Importa el dinero? ¿Hay materiales ricos y pobres? ¿Hay materiales destinados a los coleccionistas más adinerados?
RK: El dinero es una poderosa fuerza que condiciona la producción artística. Estoy segura de que los coleccionistas se sienten atraídos por ciertos tipos de materiales, y de que algunos coleccionistas necesitarían tener los medios para mantener los materiales de alta gama de ciertas obras de arte. Sería realmente fascinante investigar desde este ángulo si esas fuerzas que influyen sobre la producción del arte contemporáneo, y cómo.

EV: Tal y como afirmas, la creación del arte es en cierta medida local; pero parece que su circulación y su mercado son globales. ¿Estamos preparados para comprender correctamente esos rasgos locales? ¿En qué medida favorecen o entorpecen los materiales la interpretación de esas obras en diferentes partes del mundo?
RK: Hay tantos factores en juego en la circulación del arte contemporáneo que a pesar de que el intercambio global es ciertamente posible, es un hecho, no es tan uniforme como podría parecer. Y, cuantas más obras de arte entran en circulación, físicamente y online, más y más contexto se pierde. Me intriga cómo podremos explicar todo esto sin caer en las trampas de lo excesivamente didáctico.

Ruba Katrib
Es comisaria en el SculptureCenter (Long Island City, Nueva York) y se encarga de organizar exposiciones, programas educativos y públicos, publicaciones y de coordinar todos los aspectos de la presentación del programa. Recientemente ha organizado la exposición colectiva A Disagreeable Object, que incluía las obras de Camille Henrot, Sarah Lucas, Pamela Rosenkranz, Johannes VanDerBeek y Anicka Yi. Anteriormente Katrib fue comisaria adjunta del Museo de Arte Contemporáneo (MOCA) de North Miami. Allí organizó las primeras exposiciones individuales completas de Cory Arcangel (2010) y Claire Fontaine (2010), y varias aclamadas exposiciones colectivas como, por ejemplo,The Possibility of an Island (2008), Convention (2009), The Reach of Realism (2009) y Modify, as needed (2011). Inició programas de rendimiento y talleres en el MOCA y organizó el simposio de tres días Nuevos Métodos, que se centró en las iniciativas de artistas independientes de América Latina (2011). También ha participado en una serie de publicaciones y ha escrito para revistas como ArtforumArtPapers y Mousse Magazine.