Publicado en El Cultural

2010 será recordado, en el mundo del arte, como el año de “la gran depresión”

El tiempo no corre siempre igual, y en 2010 todo ha ido más despacio. En los buenos tiempos las exposiciones se sucedían a ritmo acelerado, se abría un museo o centro de arte cada dos por tres, los coleccionistas corrían por los pasillos de las ferias… Eso terminó. Se han paralizado o pospuesto algunos proyectos mastodónticos, como el Centro Nacional de Artes Visuales y otras rehabilitaciones de edificios que fueron tabacaleras y las exposiciones duran ya seis meses en muchos museos importantes. Han cerrado algunas galerías históricas, como Tomàs March en Valencia, y centros como Espacio Ciudad de Vitoria y la Sala de Iniciarte en Sevilla. Estas decisiones no son siempre económicas, tienen matices políticos. ¿Qué sucederá con el Centro José Guerrero? De momento las obras del pintor no han salido de Granada, gracias a la tenaz oposición liderada por la plataforma ciudadana creada al efecto. Lo nunca visto. Podríamos aventurar que éste será recordado, en el mundo del arte, como el año de la gran depresión si no fuera porque es muy posible que el siguiente sea, al menos, igual de malo.

Se acaba 2010 con otras dos amenazas de cierre: Chillida Leku, en números rojos, y la Sala Parpalló de Valencia, cuyo anunciado traslado al MuVIM supondría su muerte. En este museo, la exhibición de algunas imágenes del caso Gürtel motivaron la censura de la misma y la dimisión del director del museo, Román de la Calle. Abrió en Cáceres el Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear, que acoge la gran colección de la galerista, mientras en Badajoz el MEIAC se ahoga. También se inauguraron “en vacío” el MACA de Alicante y el Centro Niemeyer en Gijón.
ARCO cambió de director, que ultima en estos momentos su debut sin que hayan aflorado las clásicas protestas de galerías no seleccionadas y en aparente armonía con los responsables políticos de IFEMA, que protagonizaron una sonada colisión con los galeristas en vísperas de la feria. Nuevos rumbos para el CAAC de Sevilla y el CAAM de Las Palmas, con Juan Antonio Álvarez Reyes y Omar Pascual Castillo a la cabeza. Despedimos con honores a Sérgio Mah en PHotoEspaña para recibir a Gerardo Mosquera. Apenas hemos tenido grandes eventos: la Bienal de Pontevedra, que David Barro calificó aquí de “seria y rigurosa”, reveladora de “un Caribe alejado de tópicos, moderno, comprometido” y Manifesta en Murcia -“muy desigual” la juzgó Javier Hontoria- y que ha pasado sin pena ni gloria, como el Dominó Canibal de Cuauhtémoc Medina, que salió vegetariano.
Se premió a Doris Salcedo con el Premio Velázquez, a José Manuel Ballester con el Nacional de Fotografía y a Santiago Sierra, que dijo NO, con el de Artes Plásticas. Se acabó la SEACEX y llega la SEAC, que aún no sabemos a qué se dedicará. Se celebró el ¿20? aniversario del MNCARS, que tendrá finalmente nuevo estatuto jurídico y más autonomía. Dos de sus exposiciones figuran entre las más votadas este año, aunque “ganan” por posiciones las dos del MACBA.
En las votaciones de los críticos de El Cultural se han privilegiado las sólidas trayectorias de figuras internacionales: Baldessari, Zorio, Schütte, Graham, Kapoor, Feldmann. Se valora el esfuerzo didáctico y experimental del trío Badiola-Euba-Prego en el MUSAC, el estimulante estudio histórico de la fotografía (La subversión de las imágenes, Entretiempos) y la puesta en contexto del arte (Públicos y contrapúblicos). Quedaron fuera todos los impresionismos con los que se busca desesperadamente la venta de entradas.

Share |